

Ante los Bicentenarios de las naciones hispanoamericanas
Pedro Insua Rodríguez (Vigo 1973) licenciado (1992-1997) y profesor de filosofía, trabaja en Madrid. Es presidente de la asociación Nódulo materialista y miembro del consejo de redacción de El Basilisco y de El Catoblepas, revistas en las que ha publicado numerosos artículos. Está realizando una tesis doctoral (en la Universidad de Córdoba) sobre los proyectos de conquista de China y su justificación filosófico-política durante el último tercio del siglo XVI. Participa en algunas tertulias televisivas y de radio (es tertuliano habitual en el programa Sin Complejos, de esRadio).
Hermes católico. En esta obra se aborda el análisis de los procesos de emancipación de las repúblicas hispanoamericanas desde un enfoque muy determinado, y creemos bastante singular. Un enfoque que trata de hacer frente a las perspectivas que dominan en la historiografía dedicada al tema, presididas, generalmente, por lo que aquí llamamos perspectivas externalistas, a saber, el indigenismo y el progresismo. Nuestro enfoque, que llamaremos internalista, entiende que las causas de la emancipación de las naciones hispanoamericas hay que buscarlas en el propio planteamiento con el que se pone en marcha la acción del Imperio español en América, siendo la emancipación de las repúblicas americanas un corolario final suyo que, de algún modo, ya se contemplaba desde el principio en el mismo plan de conquista. No pueden verse pues estos procesos, frente al indigenismo, como una restauración de las sociedades indígenas prehispanas (nada tiene que ver Méjico, por ejemplo, con el Imperio azteca, y sí mucho –todo– con el Virreinato de Nueva España), pero tampoco puede verse, frente al progresismo, como una liberación de influencia ilustrada inducida por las potencias rivales (Inglaterra, Francia…). El ensayo, en definitiva, trata de probar (con abundante documentación al respecto) cómo surge y cristaliza la norma imperial española (en el contexto de las controversias jurídico-teológicas del XVI) y cómo se desarrolla hasta su culminación decimonónica con la emancipación de las repúblicas hispanoamericanas.
En este texto polémico y radical, se propone una teoría filosófico-política del Estado y el Imperio que rechaza los cánones y mitos ideológicos de la teología liberal-moderna, de raíz moral protestante, implantada en todo el Occidente durante los dos últimos siglos, y que ha dado lugar a multitud de corrientes, sean de «derecha» o de «izquierda». Sobre las bases del realismo político y del materialismo filosófico (Baruch Spinoza, Gustavo Bueno), el autor emprende una crítica que se dirige contra las concepciones teóricas formalistas, idealistas y subjetivo-individualistas de la Contemporaneidad, e incluso alcanza a parte de la doctrina realista-materialista.
¿Es la cosmología realmente una ciencia? ¿Cuál es su objeto? ¿Es acaso el Cosmos? Pero, ¿los modelos cosmológicos actuales, como el del Big Bang, nos desvelan la estructura última del Universo o simplemente agrupan una serie de datos astrofísicos dispersos en un esquema unificado? Y, ¿qué relación guardan las teorías cosmológicas con la metafísica, la teología y los mitos de nuestro tiempo? Estas son sólo algunas de las cuestiones que se discuten en el presente libro.
Este libro pretende impulsar en los lectores el pensamiento de que no hay que ir a buscar el núcleo de la religiosidad entre las superestructuras culturales, o entre los llamados «fenómenos alucinatorios», ni tampoco entre los lugares que se encuentran en la vecindad del Dios de las «religiones superiores». El lugar en donde mana el núcleo de la religiosidad es el lugar en el que habitan aquellos seres vivientes, no humanos, pero sí inteligentes, que son capaces de «envolver» efectivamente a los hombres, bien sea enfrentándose a ellos, como terribles enemigos numinosos, bien sea ayudándolos a título de númenes bienhechores. El núcleo de la religión se encuentra en el mundo de los númenes.