

David Alvargonzález, El Sistema de clasificación de Linneo, Pentalfa (Biblioteca de Historia Natural), Oviedo, 1992 91 pp
ISBN 978-84-7848-451-5
Carlos Linneo (1707-1778) ocupa, sin duda, un lugar destacado entre los clásicos de la historia de la biología y continúa siendo una referencia inexcusable a la hora de discutir los problemas relativos a las clasificaciones biológicas. Tradicionalmente se ha considerado a Linneo como el paradigma de la biología esencialista y fijista, anclada firmemente en el aristotelismo y en la escolástica: efectivamente las obras de Linneo anteriores a 1753 ofrecen gran cantidad de textos que explícitamente avalan esta interpretación, de modo que no es difícil entender las razones por las que el célebre botánico sueco ha llevado siempre asociada la etiqueta del fijismo.
Sin embargo, al autor de este libro sostiene que es posible hablar de una evolución del pensamiento de Linneo, evolución que habría venido, de algún modo, forzada por los propios materiales con los que tuvo la oportunidad de trabajar. Según esto, las obras de Linneo posteriores a 1753 se habrían ido alejando de los planteamientos escolásticos que, sin duda, estaban presentes con anterioridad: los géneros anteriores, propios de un sistema de clasificación descendente (que va de lo general a lo especial), habrían dejado paso a géneros posteriores, asociados a una vía de clasificación ascendente (que parte de las especies para construir los géneros); el sistema de denominación esencialista porfiriano habría resultado desbordado por la propia variedad de los especímenes y habría conducido a la nomenclatura binomial; por último, la tesis sobre el carácter primitivo y fijo de las especies habrían dejado paso a concepciones en las que la hibridación, gobernada por las leyes de la Naturaleza, sería la responsable de las especies actualmente presentes. En este sentido, el autor de este ensayo estudia las condiciones que llevaron al propio Linneo a desbordar el marco conceptual tradicional, con el objeto de rectificar el tópico simplista de un Linneo fijista escolástico y hacer así mayor justicia a la complejidad de su obra. De este modo, se contribuye a hacer más inteligible el hiato entre las taxonomías de inspiración escolástica y el transformismo y evolucionismo posteriores.
Este libro pretende impulsar en los lectores el pensamiento de que no hay que ir a buscar el núcleo de la religiosidad entre las superestructuras culturales, o entre los llamados «fenómenos alucinatorios», ni tampoco entre los lugares que se encuentran en la vecindad del Dios de las «religiones superiores». El lugar en donde mana el núcleo de la religiosidad es el lugar en el que habitan aquellos seres vivientes, no humanos, pero sí inteligentes, que son capaces de «envolver» efectivamente a los hombres, bien sea enfrentándose a ellos, como terribles enemigos numinosos, bien sea ayudándolos a título de númenes bienhechores. El núcleo de la religión se encuentra en el mundo de los númenes.
Gustavo Bueno analiza el concepto de telebasura teniendo presente que la "basura está en el que ve la televisión" y no en el propio medio. Para ello, ha seguido la experiencia de Gran Hermano con la mentalidad de un antropólogo, sabiendo que se trataba de un observatorio de la realidad española.
Los dioses olvidados es un ensayo de Filosofía y más precisamente de Antropología filosófica y de Filosofía de la Religión; ensayo elaborado desde las coordenadas y con los instrumentos del materialismo filosófico de Gustavo Bueno. En este libro se concluye que el toreo es, esencialmente, una ceremonia religiosa, por más que el ámbito lúdico y profano en el que se manifiesta haya acabado por ocultar el contexto religioso del que brota. La conclusión, que acaso a primera vista pudiera sorprender al lector, es que lo que parece ser un debate sobre la ética, no lo es en realidad, ni podría serlo tampoco, sino un enfrentamiento que, en rigor, tiene más que ver con la religión que con la ética en cuanto tal.
David Alvargonzález, La clonación, la anticoncepción y el aborto en la sociedad biotecnológico, Pentalfa, Oviedo, 2009, 207 pp.
ISBN 978-84-7848-529-1
Nadie entiende qué es eso de la Cultura, como nadie entendía antaño qué era la Gracia de Dios. La cultura es un mito, y un mito oscurantista, como lo fue el mito de la Gracia en la Edad Media o como lo fue el mito de la Raza en la primera mitad del siglo XX. En cierto modo podría decirse que el mito de la Cultura incorpora, además, a través de los nacionalismos de fin de siglo, muchas funciones que el mito de la Raza desempeñó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Se ofrecen en este tomo, tres textos posteriores al libro publicado en 2016: "La idea de cultura", "Etnocentrismo cultural, relativismo cultural y pluralismo cultural" y "Espiritualismo y materialismo en filosofía de la cultura. Ciencia de la cultura y filosofía de la cultura"