

Abre este volumen un conjunto de reseñas escritas por Bueno a partir de 1946, prácticamente todas ellas para la Revista de Filosofía publicada por el Instituto de Filosofía «Luis Vives» del CSIC. Las primeras de estas reseñas constituyen también los primeros textos de Bueno de los que tenemos noticia y forman parte de su etapa como becario del CSIC en Madrid, período en que desarrolla su tesis doctoral sobre La filosofía de la religión. Fundamento formal y material de la moderna filosofía de la religión, que está fechada el 7 de abril de 1947. A pesar de ser textos breves, asoman en algunos de ellos pequeños apuntes filosóficos que no conviene pasar por alto: el papel del cartesianismo en la historia de la filosofía moderna, las relaciones entre filosofía y literatura, el alcance de la teoría del conocimiento tomista, el problema de la fundamentación lógica de las matemáticas, &c. De todas formas, el principal valor de estas reseñas consiste en ofrecer una muestra del tipo de lecturas que realizaba su autor en esos años. Por ello es interesante constatar el uso que hace Bueno en sus obras de juventud de algunos de los textos que previamente había reseñado. Así, por ejemplo, en la tesis doctoral se cita, para ilustrar algunos aspectos de su parte «histórica», la obra de Paul Hazard sobre El pensamiento europeo en el siglo XVIII a la que un año antes (1946) dedicaba la reseña más extensa y detallada de cuantas escribió. Sin embargo, es en el libro inédito sobre Los procesos picnológicos, fechado en 1953 y escrito ya en Salamanca, donde encontraremos incorporadas las obras de lógica que Bueno había leído y reseñado en los años previos. Aquí se citará elogiosamente el manual de Lógica de Manuel Granell, pero también se empleará la monografía de Hönen sobre La theorie du jugement d'après St. Thomas d'Aquin y los libros de Beth, Becker y Curry serán referenciados en los numerosos ejemplos extraídos de la lógica que jalonan la obra. Del libro de Dockx, Vers une synthèse moderne du savoir, extrae Bueno la formulación de uno de sus ejemplos preferidos de proceso picnológico: el del polígono inscrito en una circunferencia con la que acaba identificándose, por un paso al límite, tras la multiplicación indefinida de sus lados. A este grupo de escritos se puede adscribir también en cierto modo el más extenso trabajo acerca de «Una nueva exposición de la silogística», aparecido en la citada Revista de Filosofía en 1951.
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Obras completas de Gustavo Bueno, 6. Escritos de juventud. Libro de tapa dura, 546 páginas.
Pentalfa Ediciones, Oviedo, 2022.
Gustavo Bueno fue nombrado, en virtud de oposición, primer catedrático numerario de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos” de la Facultad de Filosofía y Letras de Oviedo, por orden de 18 de abril de 1960, incorporándose a esa universidad en junio de 1960, tras haber ejercido desde 1949 en Salamanca como catedrático de filosofía en el Instituto Nacional de Enseñanza Media “Lucía de Medrano”.
Ese decreto dejaba previstas cátedras de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los sistemas filosóficos” en diez de las doce universidades españolas entonces dependientes del Estado (en Murcia y Barcelona esas disciplinas las cubrirían el catedrático de Cosmología y el de Estética respectivamente). En Oviedo se había convocado en 1942 la oposición para cubrir una cátedra de “Introducción a la Filosofía”, pero, aunque se nombró tribunal, no se celebraron los ejercicios: en mayo de 1945 se abrió nuevo plazo, ya renombrada tal cátedra como “Fundamentos de Filosofía e Historia de los sistemas filosóficos”, que por demoras locales interesadas no se resolvió hasta 1960.
En junio de 1973, decimotercer gobierno del general Franco, un Julio Rodríguez equivocado (Rector de la Autónoma de Madrid: parece que se quería nombrar al homónimo Rector de Salamanca, pero se difundió la biografía errónea…) se convierte en ministro de Educación y Ciencia: molesto porque los presupuestos anuales no coincidieran con los cursos universitarios, dispuso que éstos comenzasen en enero y no en octubre. “Julito el breve” fue sustituido el 3 de enero de 1974, antes de iniciarse las clases del único curso del “calendario juliano”. Pero durante ese ministerio se publicó en septiembre de 1973 una resolución que reorganizaba las Facultades de Filosofía y Letras en tres divisiones: Geografía e Historia, Filología, y Filosofía y Ciencias de la Educación; partía los cinco cursos de las licenciaturas en dos ciclos, y prescribía como materia común obligatoria del primer ciclo una “Historia de la Filosofía” en la División de Geografía e Historia, y una “Filosofía” en la División de Filología. (En la Universidad de Oviedo la División de Filosofía y Ciencias de la Educación no comenzó hasta el curso 1976-77, en Gijón, villa natal del entonces ministro del ramo.)
De manera que Bueno, catedrático desde 1960 de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos”, no tuvo que impartir hasta 1974 una asignatura rotulada “Historia de la Filosofía”. Comenzó a escribir La metafísica presocrática en el otoño de 1973, preparando las lecciones de aquel primer curso universitario, en Oviedo, de una “Historia de la Filosofía”, y dejó sentadas de manera firme las sólidas bases de una historia filosófica de la filosofía, dos años después de los Ensayos materialistas.
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El presente Tratado de filosofía de la música propone un desarrollo de las líneas generales de la filosofía del arte y de la música del Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno, acotando la especificidad material de la categoría musical a partir de la reconstrucción y despliegue de la idea helénica de melos, expuesta en el libro Sobre la música de Arístides Quintiliano, desde la Teoría de la esencia genérica de la música.
De esta manera, se expone el sistema filosófico constituido por Gustavo Bueno y se realizan una serie de propuestas concretadas a partir de tres planos de estudio, a saber, el plano gnoseológico, en el que se propone un sistema de análisis de partituras a partir del desarrollo de la idea de Glomérulo acuñada por Gustavo Bueno; el plano noetológico, constituyente de una teoría de la racionalidad musical; y el plano alegórico, desde el cual se propone el estudio de las diversas formas de ejercitar las ideas que envuelven la categoría musical a partir del análisis de las velocidades de despliegue de la obra artística.
Todo ello establece la referencia de la idea de música sustantiva, la cual precisa de un material estético que concatene estos tres planos en un espacio determinado que, por otra parte, constituye la tesis de este Tratado, esto es, el espacio melológico.
Luis Carlos Martín Jiménez, desde las coordenadas del materialismo filosófico, ofrece en este libro un análisis filosófico sobre la esencia del Derecho.
La distancia entre lo que "es" y lo que "debe ser" se determina por las normas, pero al distancia entre lo que "son" las normas y lo que "deben ser", requiere determinar parámetros que permitan su evaluación y modificación permanente. Hay parámetros teológicos, cosmológicos, racionales, ideales, utilitarios &c., que a modo de fundamentos fijos y externos a la práctica jurídica, ocultan su esencia, lo que aumenta la distancia entre lo que el jurista hace y lo que piensa que hace, confundiéndole y dificultando su labor. Desde una filosofía materialista del Derecho se explica cómo se conjugan hechos y normativas desde un núcleo jurídico cuya praxis ordena y mantiene activas las sociedades políticas que miran a un mundo en permanente cambio.
El lector tiene entre sus manos un libro que pretende servir a la vez como homenaje al profesor Gustavo Bueno y como análisis de su obra y del Materialismo Filosófico. Con la estructura de una encuesta, los sesenta participantes en el libro responden a las tres preguntas que se les formulan, aunando un carácter autobiográfico y doctrinal.
Gustavo Bueno es uno de los mayores filósofos de nuestro presente, y, por supuesto, no solo en lengua española. Desde su llega a Oviedo en 1960 ha venido ejerciendo su magisterio intelectural, creando un sistema filosófico propio, el Materialismo Filosófico, y dando lugar a lo que se conoce como Escuela de Filosofía de Oviedo, que ha rebasado los límites de esa ciudad, extendiéndose por el resto de España y la Hispanidad.
En 2014 siguen proliferando tal cantidad de mitos oscurantistas e ideas simplistas como en cualquier otro momento histórico anterior (si bien transformadas democráticamente o secularizadas). Por eso es tan necesaria la labora de una racionalidad filosófica materialista. El futuro del Materialismo Filosófico dependerá de sus cultivadores, y a vista de las visiones que contiene este libro, parece que la filosofía crítica en español está garantizada.
Es muy probable que el lector del título de este libro, El Ego trascendental, atribuya a su autor una perspectiva teológica (si recuerda el Ego sum qui sum, del Yahvé del Pentateuco) o bien una perspectiva idealista (si recuerda el Ego trascendental de la Crítica de la Razón Pura).
El Ego trascendental del que hablamos en este libro no es, en efecto, una idea teológico-bíblica o filosófico-metafísica (menos aún es un concepto psicológico, en el sentido del ego estudiado por Wundt, por Lipps o por James). Es una idea lógico material (gnoseológica), simbolizada por E, que se interpreta como el enlace entre el Mundus adspectabilis (Mi), totalizado por E, y la materia ontológica general (M).
La inteligencia artificial está transformando la faz del mundo a un ritmo acelerado. A los programas que juegan al ajedrez mejor que cualquier campeón humano, los asistentes virtuales, los coches autónomos y los sistemas de traducción automática, reconocimiento facial o diagnóstico médico, se han sumado los sistemas generadores de texto, imágenes o sonido, con la entrada en la era de la inteligencia artificial generativa.
Pero, ¿es la inteligencia artificial una ciencia?¿Es ChatGPT realmente inteligente? ¿Comprenden los enormes modelos de lenguaje el significado de las palabras que emplean? ¿Pueden las máquinas llegar a sustituir a los médicos o los ciéntificos de carne y hueso?
Este opúsculo reúne respuestas a estas y otras preguntas. Frente al tsunami de opiniones que diariamente se vierten sobre la inteligencia artificial, se ensaya una filosofía de la inteligencia artificial desde las coordenadas del materialismo filosófico, articulada en tres partes: gnoseología, ontología y tecnoética. El resultado es una obra que contiene un tratamiento sistemático del campo de la inteligencia artificial.
Este libro pretende impulsar en los lectores el pensamiento de que no hay que ir a buscar el núcleo de la religiosidad entre las superestructuras culturales, o entre los llamados «fenómenos alucinatorios», ni tampoco entre los lugares que se encuentran en la vecindad del Dios de las «religiones superiores». El lugar en donde mana el núcleo de la religiosidad es el lugar en el que habitan aquellos seres vivientes, no humanos, pero sí inteligentes, que son capaces de «envolver» efectivamente a los hombres, bien sea enfrentándose a ellos, como terribles enemigos numinosos, bien sea ayudándolos a título de númenes bienhechores. El núcleo de la religión se encuentra en el mundo de los númenes.
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Carlos M. Madrid Casado, Filosofía de la Cosmología, Pentalfa, Oviedo 2018, 392 pp.
Se juntan en este tomo diez textos de Gustavo Bueno, escritos entre 1979 y 2005, que tratan de España: un libro (España no es un mito), tres conferencias, dos críticas, dos artículos, un prólogo y un rasguño. Se ofrece en primer lugar el libro, y siguen el resto de los textos por orden cronológico. En España no es un mito se han salvado algunas erratas e incorporado {entre llaves} algunos autógrafos añadidos por el autor a su ejemplar.
El libro España no es un mito. Claves para una defensa razonada, fue presentado por su autor en la sede madrileña de Temas de Hoy, editorial del Grupo Planeta, el día 4 de noviembre de 2005, en que llegó a las librerías. Ese mismo mes hubo de reimprimirse (segunda edición) y de nuevo en diciembre (tercera edición). España no es un mito fue escrito en el verano de 2005 por sugerencia de la editorial (el título lo puso el autor, el subtítulo la editorial), y había de ser el primero de cinco libros publicados por Bueno en esa casa.
El sábado 5 de noviembre de 2005, al día siguiente de haberse presentado España no es un mito, fue Gustavo Bueno uno de los que hablaron ante los miles de compatriotas convocados por el Foro Ermua en la Puerta del Sol, «Por la unidad de España, por la igualdad y la solidaridad de todos los españoles». (Diez días después fue muy sonada la respuesta de Fernando Savater a Pedro Insua, en un acto socialdemócrata celebrado en el Hotel Suecia: «¡La idea de España me la suda!», ver El Catoblepas 45:11.) El miércoles 14 de diciembre presenta Bueno en Bilbao España no es un mito, en acto organizado por El Correo de la mano del historiador Fernando García de Cortázar.
«Lo que queda de España, de Federico Jiménez Losantos» aparece en el número 7 de El Basilisco (mayo-junio 1979).
Con «Diez propuestas ‘desde la parte de España’ para el próximo milenio» intervino Bueno en unos encuentros literarios organizados en Oviedo por Miguel Munárriz (50 propuestas para el próximo milenio, diciembre de 1995), en los que también hablaron Gabriel Albiac, Antonio Escohotado, Luis Racionero y José Saramago.
El 14 de abril de 1998, en el marco de la reunión Hispanismo en 1998, pronuncia Bueno la conferencia «España» (publicada en El Basilisco, n° 24), que sería anticipo del libro España frente a Europa (OC 1). Los siguientes textos que forman este tomo son posteriores a esa obra.
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Durante los veranos de los años 2005 a 2009 preparó Gustavo Bueno cinco libros que la editorial Temas de Hoy, del Grupo Planeta, publicaba durante el otoño (España no es un mito, Zapatero y el Pensamiento Alicia, La fe del ateo, El mito de la derecha). Algunos de los asuntos de esos libros fueron sugeridos por la editorial; el escrito durante el verano de 2009 fue propuesto por el autor: Corrupción democrática. Democracia y corrupción. Bajo ese rótulo quedó mecanografiado el primer borrador en septiembre. Pidió entonces la editorial que se modificase el título, pues podría espantar al público de librerías, de manera que en su primera revisión, a finales de septiembre, ya se había renombrado el libro como El hedor de la democracia (democracia y corrupción). Pero como el término hedor también podía herir, al parecer, a quienes mercan libros, propuso entonces Bueno que se titulase, más poéticamente, El perfume secreto de la democracia (así la versión de 4 de octubre), que tampoco pareció suficientemente comercial. El texto definitivo entregado a la editorial, a finales de ese mes, llevaba como título El fundamentalismo democrático, con el que llegó a las librerías el 13 de enero de 2010 con subtítulo puesto por la editorial, La democracia española a examen. En esta edición, que conforma el tomo quinto de la Obras completas, mantenemos el nombre por el que se conoce esta obra aunque recuperamos el subtítulo que inspiró su composición, Democracia y corrupción.
En el capítulo 12 de El fundamentalismo democrático trata Bueno de la degeneración del principio de independencia del poder judicial, que ejemplifica con el caso de un juez corrompido por el complejo de Jesucristo, por lo que resultaba conveniente ofrecer en este tomo el rasguño que en septiembre de 2008 dedicó a juez tan divina como humanamente acomplejado.
Se completa este tomo quinto con otros dos rasguños publicados en El Catoblepas, íntimamente relacionados con el asunto del libro: «Corrupción & Crisis» (febrero de 2013) y «Las Ideas fuerza de fundamentalismo democrático y contrafundamentalismo democrático» (julio de 2014). En la página dedicada a este libro en el sitio de la Fundación Gustavo Bueno podrá el lector encontrar recopiladas varias entrevistas y algunos vídeos en los que el autor trata de esta obra.
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