Neutralidad benévola
Neutralidad benévola examina la política seguida por el gobierno conservador británico en la primera fase de la guerra civil, desde su inicio como insurrección militar en julio de 1936 hasta su conversión imprevista en una contienda de larga duración a fines del mismo año. Se analizan la estructura de las relaciones anglo-españolas en la preguerra, los antecedentes y formulación de la estrategia política británica frente a las nuevas condiciones bélicas y los resultados de su ejecución práctica sobre el devenir del conflicto. Se puede decir que el gabinete británico, ante el vivo temor a que se reprodujera la secuencia revolucionaria rusa en la otra esquina del continente, se refugió en una neutralidad benévola, primero de modo tácito y luego bajo el amparo del Acuerdo de No Intervención, con la finalidad esencial de evitar así cualquier ayuda directa o indirecta al gobierno republicano y cualquier perjuicio a los sublevados. Dicha estrategia política neutralista, vertebrada sobre varios factores condicionantes y suspuestos implícitos, sería reforzada, una vez comenzada la internacionalización de la contienda, por los motivos que alentaban la política británica de apaciguamiento europeo. La inesperada resistencia republicana en Madrid a fines de 1936 y el paralelo incremento de la ayuda italo-germana a los insrugentes destruirían al expectativa de hallarse ante una guerra breve y el confinamiento de la crisis que había logrado el sistema diplomático de No Intervención. Ambos procesos obligarían a las autoridades británicas a efectuar reajustes notables en su política española, tanto en el plano de las relaciones bilaterales con los insurgentes como en el plano multilateral europeo.