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La noción de «ciencia jurídica», la idea de que el Derecho sea una ciencia o de que exista una ciencia del Derecho, constituye una vexata quaestio dentro de las discusiones en el ámbito de la Filosofía del Derecho. Tradicionalmente el problema se ha debatido entre las críticas externas a esa posible cientificidad y las reivindicaciones internas en torno a la necesidad de una cierta idea de «ciencia» para el campo jurídico en cuanto asociado a un saber técnico, prudencial o científico-social peculiar. En esta obra se ofrece una interpretación de la cuestión desde la Teoría del cierre categorial. Se asume ante todo, como el más importante de sus presupuestos críticos, el de que no cabe una Filosofía del Derecho rigurosa y crítica al margen de una fundamentación gnoseológica sistemática. Tomando como referencia el concepto epistemológico de «ciencia normativa», que ha venido a capitalizar los debates de la teoría de la ciencia jurídica, se abordan los problemas centrales que en ésta se suscitan: el estatuto gnoseológico de las normas jurídicas y de las disciplinas doctrinales, la idea de jurisprudencia, la relación entre la ciencia jurídica y las demás ciencias sociales, el Derecho como «técnica», &c., en discusión constante con las principales corrientes históricas y contemporáneas de la filosofía jurídica.
La idea de ciencia en el Derecho. Libro de tapa blanda, 865 páginas.
Pentalfa Ediciones, Oviedo, 2000.
¿Qué es la ciencia? Para la mayor parte de la gente esta pregunta suena a pregunta retórica, porque se sobreentiende que la respuesta es bien conocida: la ciencia es eso que hacen los «hombres de ciencia», lo que nos permite «conocer científicamente la realidad», tal cual es, y controlar las astronaves que van a la Luna o a Júpiter, o bien el código genético y, muy pronto, a determinar remedios contra el cáncer o el sida.
¿Qué es la ciencia? es una pregunta genuinamente filosófica. En este opúsculo se ofrece una teoría de teorías filosóficas de la ciencia y se esbozan las líneas maestras de la teoría de la ciencia desarrollada por el materialismo filosófico en torno a la idea del cierre categorial.
La ciencia en la encrucijada se llamó el libro que recogía las ponencias presentadas por la delegación soviética al II Congreso Internacional de Historia de la Ciencia, celebrado en Londres en 1931, entre ellas la célebre interpretación de la mecánica de Newton ofrecida por Boris Hessen. Bajo el mismo título se ofrece ahora un cuidadoso análsisis, realizado desde el sistema filosófico de Gustavo Bueno, de esa obra pionera de la historia de la ciencia marxista. Se retoma el planteamiento de Hessen para, desde la Teoría del Cierre Categorial, recosinderar la influencia social en el pensamiento de Newton, en contraste con las interpretaciones clásicas. La parte final se dedica a estudiar las raíces filosóficas a los prespuestos del materialismo dialéctico soviético: se pretende una reconsideración del materialismo dialéctico desde los presupuestos de la Ontología de Bueno. Se brinda también un novedoso ensayo biográfico sobre Boris Hessen, la edición completa de su informe sobre Newton, así como un conjunto de artículos de Hessen que se editan por vez primera en español. En definitiva, se ha tratado de rescatar el genuino enfoque sociológico de este trabajo pionero en la filosofía marxista y de advertir la actualidad de sus análisis en el contexto de los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad.
El libro constituye una exposición clara y original de las principales categorías lógico-formales, una exposición que contiene notables ampliaciones cuando se la compara con los manuales ordinarios (grupos de transformaciones, cotejo de conceptos hilbertianos y russellianos con conceptos escolásticos...). La exposición de Julián Velarde está calculada también para facilitar el máximo rendimiento académico (ejercicios, bibliografía...).
Julián Velarde, profesor de Lógica, es conocido ya en el campo de la lógica por sus estudios sobre Peano y varios artículos en la revista El Basilisco. Es asimismo traductor de Platón, Leibniz y Aristóteles.
Este libro pretende impulsar en los lectores el pensamiento de que no hay que ir a buscar el núcleo de la religiosidad entre las superestructuras culturales, o entre los llamados «fenómenos alucinatorios», ni tampoco entre los lugares que se encuentran en la vecindad del Dios de las «religiones superiores». El lugar en donde mana el núcleo de la religiosidad es el lugar en el que habitan aquellos seres vivientes, no humanos, pero sí inteligentes, que son capaces de «envolver» efectivamente a los hombres, bien sea enfrentándose a ellos, como terribles enemigos numinosos, bien sea ayudándolos a título de númenes bienhechores. El núcleo de la religión se encuentra en el mundo de los númenes.
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