
Filosofía de la...
Carlos M. Madrid Casado, Filosofía de la Cosmología, Pentalfa, Oviedo 2018, 392 pp.
Es muy probable que el lector del título de este libro, El Ego trascendental, atribuya a su autor una perspectiva teológica (si recuerda el Ego sum qui sum, del Yahvé del Pentateuco) o bien una perspectiva idealista (si recuerda el Ego trascendental de la Crítica de la Razón Pura).
El Ego trascendental del que hablamos en este libro no es, en efecto, una idea teológico-bíblica o filosófico-metafísica (menos aún es un concepto psicológico, en el sentido del ego estudiado por Wundt, por Lipps o por James). Es una idea lógico material (gnoseológica), simbolizada por E, que se interpreta como el enlace entre el Mundus adspectabilis (Mi), totalizado por E, y la materia ontológica general (M).
El Ego transcendental.
Libro de tapa blanda, 348 páginas.
Pentalfa Ediciones, Oviedo, 2016.
Carlos M. Madrid Casado, Filosofía de la Cosmología, Pentalfa, Oviedo 2018, 392 pp.
El lector tiene entre sus manos un libro que pretende servir a la vez como homenaje al profesor Gustavo Bueno y como análisis de su obra y del Materialismo Filosófico. Con la estructura de una encuesta, los sesenta participantes en el libro responden a las tres preguntas que se les formulan, aunando un carácter autobiográfico y doctrinal.
Gustavo Bueno es uno de los mayores filósofos de nuestro presente, y, por supuesto, no solo en lengua española. Desde su llega a Oviedo en 1960 ha venido ejerciendo su magisterio intelectural, creando un sistema filosófico propio, el Materialismo Filosófico, y dando lugar a lo que se conoce como Escuela de Filosofía de Oviedo, que ha rebasado los límites de esa ciudad, extendiéndose por el resto de España y la Hispanidad.
En 2014 siguen proliferando tal cantidad de mitos oscurantistas e ideas simplistas como en cualquier otro momento histórico anterior (si bien transformadas democráticamente o secularizadas). Por eso es tan necesaria la labora de una racionalidad filosófica materialista. El futuro del Materialismo Filosófico dependerá de sus cultivadores, y a vista de las visiones que contiene este libro, parece que la filosofía crítica en español está garantizada.
Gustavo Bueno fue nombrado, en virtud de oposición, primer catedrático numerario de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos” de la Facultad de Filosofía y Letras de Oviedo, por orden de 18 de abril de 1960, incorporándose a esa universidad en junio de 1960, tras haber ejercido desde 1949 en Salamanca como catedrático de filosofía en el Instituto Nacional de Enseñanza Media “Lucía de Medrano”.
Ese decreto dejaba previstas cátedras de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los sistemas filosóficos” en diez de las doce universidades españolas entonces dependientes del Estado (en Murcia y Barcelona esas disciplinas las cubrirían el catedrático de Cosmología y el de Estética respectivamente). En Oviedo se había convocado en 1942 la oposición para cubrir una cátedra de “Introducción a la Filosofía”, pero, aunque se nombró tribunal, no se celebraron los ejercicios: en mayo de 1945 se abrió nuevo plazo, ya renombrada tal cátedra como “Fundamentos de Filosofía e Historia de los sistemas filosóficos”, que por demoras locales interesadas no se resolvió hasta 1960.
En junio de 1973, decimotercer gobierno del general Franco, un Julio Rodríguez equivocado (Rector de la Autónoma de Madrid: parece que se quería nombrar al homónimo Rector de Salamanca, pero se difundió la biografía errónea…) se convierte en ministro de Educación y Ciencia: molesto porque los presupuestos anuales no coincidieran con los cursos universitarios, dispuso que éstos comenzasen en enero y no en octubre. “Julito el breve” fue sustituido el 3 de enero de 1974, antes de iniciarse las clases del único curso del “calendario juliano”. Pero durante ese ministerio se publicó en septiembre de 1973 una resolución que reorganizaba las Facultades de Filosofía y Letras en tres divisiones: Geografía e Historia, Filología, y Filosofía y Ciencias de la Educación; partía los cinco cursos de las licenciaturas en dos ciclos, y prescribía como materia común obligatoria del primer ciclo una “Historia de la Filosofía” en la División de Geografía e Historia, y una “Filosofía” en la División de Filología. (En la Universidad de Oviedo la División de Filosofía y Ciencias de la Educación no comenzó hasta el curso 1976-77, en Gijón, villa natal del entonces ministro del ramo.)
De manera que Bueno, catedrático desde 1960 de “Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos”, no tuvo que impartir hasta 1974 una asignatura rotulada “Historia de la Filosofía”. Comenzó a escribir La metafísica presocrática en el otoño de 1973, preparando las lecciones de aquel primer curso universitario, en Oviedo, de una “Historia de la Filosofía”, y dejó sentadas de manera firme las sólidas bases de una historia filosófica de la filosofía, dos años después de los Ensayos materialistas.
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Abre este volumen un conjunto de reseñas escritas por Bueno a partir de 1946, prácticamente todas ellas para la Revista de Filosofía publicada por el Instituto de Filosofía «Luis Vives» del CSIC. Las primeras de estas reseñas constituyen también los primeros textos de Bueno de los que tenemos noticia y forman parte de su etapa como becario del CSIC en Madrid, período en que desarrolla su tesis doctoral sobre La filosofía de la religión. Fundamento formal y material de la moderna filosofía de la religión, que está fechada el 7 de abril de 1947. A pesar de ser textos breves, asoman en algunos de ellos pequeños apuntes filosóficos que no conviene pasar por alto: el papel del cartesianismo en la historia de la filosofía moderna, las relaciones entre filosofía y literatura, el alcance de la teoría del conocimiento tomista, el problema de la fundamentación lógica de las matemáticas, &c. De todas formas, el principal valor de estas reseñas consiste en ofrecer una muestra del tipo de lecturas que realizaba su autor en esos años. Por ello es interesante constatar el uso que hace Bueno en sus obras de juventud de algunos de los textos que previamente había reseñado. Así, por ejemplo, en la tesis doctoral se cita, para ilustrar algunos aspectos de su parte «histórica», la obra de Paul Hazard sobre El pensamiento europeo en el siglo XVIII a la que un año antes (1946) dedicaba la reseña más extensa y detallada de cuantas escribió. Sin embargo, es en el libro inédito sobre Los procesos picnológicos, fechado en 1953 y escrito ya en Salamanca, donde encontraremos incorporadas las obras de lógica que Bueno había leído y reseñado en los años previos. Aquí se citará elogiosamente el manual de Lógica de Manuel Granell, pero también se empleará la monografía de Hönen sobre La theorie du jugement d'après St. Thomas d'Aquin y los libros de Beth, Becker y Curry serán referenciados en los numerosos ejemplos extraídos de la lógica que jalonan la obra. Del libro de Dockx, Vers une synthèse moderne du savoir, extrae Bueno la formulación de uno de sus ejemplos preferidos de proceso picnológico: el del polígono inscrito en una circunferencia con la que acaba identificándose, por un paso al límite, tras la multiplicación indefinida de sus lados. A este grupo de escritos se puede adscribir también en cierto modo el más extenso trabajo acerca de «Una nueva exposición de la silogística», aparecido en la citada Revista de Filosofía en 1951.
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En este texto polémico y radical, se propone una teoría filosófico-política del Estado y el Imperio que rechaza los cánones y mitos ideológicos de la teología liberal-moderna, de raíz moral protestante, implantada en todo el Occidente durante los dos últimos siglos, y que ha dado lugar a multitud de corrientes, sean de «derecha» o de «izquierda». Sobre las bases del realismo político y del materialismo filosófico (Baruch Spinoza, Gustavo Bueno), el autor emprende una crítica que se dirige contra las concepciones teóricas formalistas, idealistas y subjetivo-individualistas de la Contemporaneidad, e incluso alcanza a parte de la doctrina realista-materialista. En el contexto de grandes cambios mundiales que hoy se avizoran, los pueblos de civilización hispano-latina y ruso-bizantina se hallan en una encrucijada existencial crítica, sobre todo por la amenaza de desintegración político-moral que representa la totalización imperial-liberal anglosajona. Demasiado extensas para ser ignoradas, y demasiado divididas para alzarse con voz unitaria, las Españas y las Rusias, más parecidas entre sí que al resto del mundo, constituyen hoy no sólo un objeto principal de la filosofía de la historia; también un problema fundamental del presente geo-político. Este ensayo realiza un recorrido a través de las teorías políticas e internacionalistas, el pensamiento público de hispanos y rusos, la formación histórica de sus imperios y su caída, y las grandes cuestiones del mundo político actual en base a las dimensiones del poder soberano (inviabilidad de la UE, depredación liberal-capitalista, disolución socio-moral, separatismo, etc.), hasta el capítulo final, en que se aborda proyectivamente el problema político hispano-ruso y se discuten de forma razonada las vías hipotéticas de su (re)solución, que para los pensadores contemporáneos resultarán muy controvertidas. ¿Reconstitución política de los pueblos hispanos y rusos? Para el autor, esto es altamente improbable, mas no imposible.
Durante los veranos de los años 2005 a 2009 preparó Gustavo Bueno cinco libros que la editorial Temas de Hoy, del Grupo Planeta, publicaba durante el otoño (España no es un mito, Zapatero y el Pensamiento Alicia, La fe del ateo, El mito de la derecha). Algunos de los asuntos de esos libros fueron sugeridos por la editorial; el escrito durante el verano de 2009 fue propuesto por el autor: Corrupción democrática. Democracia y corrupción. Bajo ese rótulo quedó mecanografiado el primer borrador en septiembre. Pidió entonces la editorial que se modificase el título, pues podría espantar al público de librerías, de manera que en su primera revisión, a finales de septiembre, ya se había renombrado el libro como El hedor de la democracia (democracia y corrupción). Pero como el término hedor también podía herir, al parecer, a quienes mercan libros, propuso entonces Bueno que se titulase, más poéticamente, El perfume secreto de la democracia (así la versión de 4 de octubre), que tampoco pareció suficientemente comercial. El texto definitivo entregado a la editorial, a finales de ese mes, llevaba como título El fundamentalismo democrático, con el que llegó a las librerías el 13 de enero de 2010 con subtítulo puesto por la editorial, La democracia española a examen. En esta edición, que conforma el tomo quinto de la Obras completas, mantenemos el nombre por el que se conoce esta obra aunque recuperamos el subtítulo que inspiró su composición, Democracia y corrupción.
En el capítulo 12 de El fundamentalismo democrático trata Bueno de la degeneración del principio de independencia del poder judicial, que ejemplifica con el caso de un juez corrompido por el complejo de Jesucristo, por lo que resultaba conveniente ofrecer en este tomo el rasguño que en septiembre de 2008 dedicó a juez tan divina como humanamente acomplejado.
Se completa este tomo quinto con otros dos rasguños publicados en El Catoblepas, íntimamente relacionados con el asunto del libro: «Corrupción & Crisis» (febrero de 2013) y «Las Ideas fuerza de fundamentalismo democrático y contrafundamentalismo democrático» (julio de 2014). En la página dedicada a este libro en el sitio de la Fundación Gustavo Bueno podrá el lector encontrar recopiladas varias entrevistas y algunos vídeos en los que el autor trata de esta obra.
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La «Bioética» es una disciplina muy reciente y se encuentra en un periodo de expansión, además de ir acompañada de un gran prestigio. Se invoca su nombre y su autoridad como criterio decisivo para formar nuestros juicios acerca de las cuestiones más urgentes que en torno a la vida se nos plantean: ¿es lícita la clonación?, ¿es una conducta bioética elegir, en las listas de espera de un hospital quirúrgico, a un joven con gran esperanza de vida dejando postergado a un viejo decrépito?
El objetivo de este libro es el de plantear los problemas derivados del pluralismo de la Bioética y tratar de definirla, no en función de un «común denominador» a todas las diferentes escuelas o corrientes, sino en función de una determinada corriente, como es la de la Bioética materialista.
El presente Tratado de filosofía de la música propone un desarrollo de las líneas generales de la filosofía del arte y de la música del Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno, acotando la especificidad material de la categoría musical a partir de la reconstrucción y despliegue de la idea helénica de melos, expuesta en el libro Sobre la música de Arístides Quintiliano, desde la Teoría de la esencia genérica de la música.
De esta manera, se expone el sistema filosófico constituido por Gustavo Bueno y se realizan una serie de propuestas concretadas a partir de tres planos de estudio, a saber, el plano gnoseológico, en el que se propone un sistema de análisis de partituras a partir del desarrollo de la idea de Glomérulo acuñada por Gustavo Bueno; el plano noetológico, constituyente de una teoría de la racionalidad musical; y el plano alegórico, desde el cual se propone el estudio de las diversas formas de ejercitar las ideas que envuelven la categoría musical a partir del análisis de las velocidades de despliegue de la obra artística.
Todo ello establece la referencia de la idea de música sustantiva, la cual precisa de un material estético que concatene estos tres planos en un espacio determinado que, por otra parte, constituye la tesis de este Tratado, esto es, el espacio melológico.
Este libro pretende impulsar en los lectores el pensamiento de que no hay que ir a buscar el núcleo de la religiosidad entre las superestructuras culturales, o entre los llamados «fenómenos alucinatorios», ni tampoco entre los lugares que se encuentran en la vecindad del Dios de las «religiones superiores». El lugar en donde mana el núcleo de la religiosidad es el lugar en el que habitan aquellos seres vivientes, no humanos, pero sí inteligentes, que son capaces de «envolver» efectivamente a los hombres, bien sea enfrentándose a ellos, como terribles enemigos numinosos, bien sea ayudándolos a título de númenes bienhechores. El núcleo de la religión se encuentra en el mundo de los númenes.
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Nadie entiende qué es eso de la Cultura, como nadie entendía antaño qué era la Gracia de Dios. La cultura es un mito, y un mito oscurantista, como lo fue el mito de la Gracia en la Edad Media o como lo fue el mito de la Raza en la primera mitad del siglo XX. En cierto modo podría decirse que el mito de la Cultura incorpora, además, a través de los nacionalismos de fin de siglo, muchas funciones que el mito de la Raza desempeñó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Se ofrecen en este tomo, tres textos posteriores al libro publicado en 2016: "La idea de cultura", "Etnocentrismo cultural, relativismo cultural y pluralismo cultural" y "Espiritualismo y materialismo en filosofía de la cultura. Ciencia de la cultura y filosofía de la cultura"
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